Gossip Girl 

Todos hemos inventado un chisme o hemos sido víctimas de uno. Mecanismo de defensa o arma de destrucción masiva, esta forma de (in) comunicación permea casi cualquier ámbito de nuestras vidas.

En mis tiempos existía algo llamado Chismógrafo, ¿se acuerdan? Era una forma habitual de divulgar intimidades e intereses eróticos. No era más que un cuadernillo repleto de confesiones como “a Paty le gusta el Moco” o “Karla tiene las chichis más bonitas del salón”.

No sé si sigan existiendo como tal. Lo dudo. Creo que ahora las cosas funcionan publicando chismes en un blog o en el twitter, tal como ocurre en Gossip Girl, un programa de televisión que me ha ido ganando poco a poco (ya cuando van dos temporadas, chale).

Confieso que en un principio pensaba que era “cosa de niñas”. Ya saben, los prejuicios.

Además tenía la idea que era una serie más sobre un grupo de adolescentes ricachones y malcriados que andan por la vida derrochando esnobismo y superficialidad, nomás que ahora en las calles de Nueva York. Y en efecto, de eso se trata. Es la misma ecuación, pero si ésta funciona, ¿cuál es el problema?

La trama parte de una página web que está escrita por una chica o personaje anónimo que se hace llamar Gossip Girl. En ella, los estudiantes del Colegio Constance Billard de Nueva York (mamón y caro, caro y mamón) suben chismes sobre ellos mismos, sobre los profesores o sobre quien se deje.

Todo con tal de joderse la vida entre sí, de bajarse novias o novios o de impedir que una rival consiga entrar a Yale (una meta que comparten muchos de los personajes).

Una de las estudiantes más populares del Colegio, y la protagonista de la serie, es, en pocas palabras, una perra que viste Chanel: Blair Waldorf (Leighton Meester: Entourage, CSI Miami, 24). Ella es la principal productora de chismes de la página Gossip Girl. Es hermosa y sofisticada, viste como princesa, pero es toda una mean girl, bien ojete la condenada.

Blair 

 

“Todas me envidian, porque mi vida es perfecta”, dijo en el episodio que vi ayer. Otra vez, puede ser el estereotipo de “la chica plástica”. Pero igual, funciona. Blair es una terrorista que va destruyendo vidas subiendo chismes a Gossip Girl con su teléfono celular. Además, creo que es bulímica. Tiene una sirvienta que se llama Dorota y un perro bien feo al que le puso Handsome. O la amas o la odias. Es un personaje bien chido, que seguro tiene más facetas que me falta por descubrir.

En general, GG intenta retratar las bajezas de la gente rica de Nueva York. El esnobismo, la pretensión y la degradación moral de la gente bonita de la Gran Manzana. El resultado es atractivo. Y patético a la vez. En fin, a mí me late (deberían hacer algo igual en México, algo como de Hills, pero en las Reputísimas Lomas, como dice Plaqueta).

Eso de los chismes anónimos me recuerda a una novela de García Márquez, a la Mala Hora… o a aquella página mexicana de chismes, La Jaula, ¿todavía existe?

Si le quieren echar un ojo a GG, sale todos los miércoles a las 21 por el Warner Channel. (Esto ya parece comercial). Si no la quieren ver, chupen limón. O hagan algo con sus vidas. Qué sé yo.

1 Comment:

  1. tazy said...
    te digo que es lo peor? que me pasó lo mismo con girlmore girls... y ya me está convenciendo también

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