Creo que mi gripe se recrudeció  porque ayer fui al tianguis a comprar muchas películas pirata (la mayoría recomendaciones del Taquero, como Tropa de Élite o Death Proof) y hacía mucho calor y para colmo me tomé un agua de horchata hasta su madre de fría.

Es por eso que ahora soy una máquina de mocos, y apenas tengo energía para escribir esto y para ver la película de María Antonieta, la de Sofía Copula (¿o era Coppola?).

Y la verdad es que me gustó mucho, sobre todo después de los primeros 30 minutos, cuando empecé a bostezar y ni ver las nalguitas desnudas de la novia de Spiderman fueron suficientes para alejar el sopor.

Lo bueno es que a partir de ese momento la gripe comenzó a trabajar y empecé a alucinar con que un grupo de zombies, infectados por el virus T, trataban de armar una revolución en Francia porque no tenían para comer pan.

Ante sus exigencias, la reina María Toñita, antepasada directa de un niño que quería bailar ballet en lugar de ser boxeador en Inglaterra, les decía que si no tenían para pan, que comieran pastel, o que llamaran a Batman para bailar la Baticumbia.

Entonces sí, la película se volvió emocionante. Incluso el final me pareció sorprendente, porque a fin de cuentas los zombies optan por dedicarse a modelar ropa interior en España, Batman inventa un baile llamado reggaeton y la reina pierde la cabeza por este nuevo ritmo.

Y ya, eso era todo.

Sólo me resta desearles un feliz año nuevo, mandar a la chingada el 2008, que fue funesto para nuestro país, y manifestar mi agradecimiento por un año más en que visitan La Casa del Ganso.

Espero que el 2009 los colme de todo aquello que les brinde placer, que mi gripe se cure pronto y que las elecciones para diputados no sean el caos que termine por incendiar a la nación.

Salud y un abrazo fuerte.

 

La piñata Porno-Mara-Emo-Buzz Lightyear y yo les deseamos una Feliz Navidad.

Que se la pasen muy chido en compañía de las personas que desatan sus instintos más fraternales.

DSC01000

 

(Ya que nadie lee blogs en estos días, aprovecho para subir un post aburrido sobre un librote que a estas alturas no me atrevería a recomendar)

Si no viven en una burbuja o no son Vicente Fox, saben que hace poco Carlos Fuentes cumplió 80 años y recibió muchos premios, fanfarrias, medallas y besos en el trasero de parte de simples mortales y de funcionarios de Gobierno.

Entre ellos estuvo la Secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, pero cuando la muy bruta trató de lisonjear al escritor lo confundió con Octavio Paz, y luego, para colmo, se refirió a la novela La Región Más Transparente como la Ciudad Más Transparente.

Pero bueno, así se la jalan los integrantes del Gobierno Federal.

Dios y el osito Bimbo emo nos ampare de estas criaturas.

Ahora bien, creo que el mejor homenaje a un escritor no puede ser otro que leer sus libros. Por eso me decidí a chutarme La Voluntad y la Fortuna, la novela más reciente de Carlos Fuentes, a quien tal vez recuerden por historias como las que aparecen aquí.

¿Y cuáles han sido mis primeras impresiones sobre este texto? Han sido muchas, algunas contradictorias. Y supongo que el asunto seguirá en sube y baja de aquí a que lo termine de leer.

En primera les puedo mencionar que La Voluntad y la Fortuna es narrada por la cabeza cortada número mil en lo que va del año, la cual yace como un coco sobre la arena y es lamida por las olas de una playa de Guerrero.

Esa cabeza pertenece, o pertenecía, a un morro de nombre Josué Nadal, a quien de niño lo chingaban por tener una narizota. Le decían Pinocho, narizón y demás mamadas.

Esto hasta que llegó su defensor, un tal Jericó, así, a secas, quien luego de que se madrea al principal hostigador de Josué se convierte en su mejor amigo, en su compa, en su megabrother.

Y es a partir de esta amistad que se ramifica la novela en varios personajes y situaciones.

Josué Nadal y Jericó son dos carnales bien raros que al llegar a la preparatoria no saben meter un balón en un aro, así que mejor optan por volverse intelectuales. Por eso leen un chingo y se hacen chaquetas mentales todo el tiempo, sobre todo en torno a Nietzsche y a San Agustín.

Ambos hacen un pacto y deciden llevar una vida de monje (al menos en lo intelectual, porque en lo físico hasta comparten a la misma puta), cultivando su intelecto y sin caer en frivolidades.

Sin embargo, por lo que he leído hasta ahora, al crecer se van distanciando entre ellos y de sus ideales, porque Josué entra a trabajar con un millonario ruco al que identifico como un símil de Carlos Slim, y Jericó llega recomendado con el Presidente de la República (nombrado como Valentín Pedro Carrera), quien le comenta lo siguiente (esto me pareció muy rifado):

- Este país ha vivido siempre en la miseria. Desde siempre, una masa de chingados y encima nosotros una minoría de chingones. Y créeme, Jero, si queremos que todo siga así, hay que hacerles creer a los jodidos que aunque estén jodidos son más felices que tú y yo.

No dudo que muchos presidentes de México hayan pensado o piensen así.

En lo particular, y afirmando de nueva cuenta que no soy un experto literato, me han exasperado y me han dado hueva muchos párrafos, en primer lugar porque no tengo dudas de que Carlos Fuentes es bien mamón.

Tal como Josué y Jericó, Fuentes se pasa de rosca al ser por algunos momentos demasiado ampuloso o difícil de entender con tal de apostarle a lo poético, a las figuras muy rebuscadas o a las referencias culturales que sólo un intelectual muy fregón puede entender.

Luego, estas mismas características, impregnadas en sus personajes, que se comunican con frases que parecen sacadas de un libro de kierkegaard (otra vez, bien mamonas), hacen que se vuelvan inverosímiles.

Porque coño, si Josué Nadal vive en el DFectuoso, en plena era del iPod y del Xbox 360, no puede ser que tenga que buscar en internet quién es Justin Timberlake.

Supongo que ese es el problema para un novelista al momento en que ubica una novela en un ambiente actual, y para colmo en la Ciudad de México, que lectores chingativos como yo digan “nah, esto no es creíble, yo estuve ayer en Paseo de la Reforma, que no se la jale”.

Claro que también hay cosas que me han gustado mucho, como el mismo hecho de que los protagonistas, a estas alturas de la narración, tengan mi edad y no sepan ni qué pedo con su vida.

Yo estoy en las mismas, ando un poco confundido. Y bueno, me colgué un buen escribiendo, pero creo que dije todo lo que tenía que decir.

Acaso me faltó mencionar que la novela retrata la violencia del país, que tiene elementos fantásticos y que se refiere a muchas de las ideas expuestas por Nicolás Maquiavelo… pero sobre todo que, si quieren una novela ligera para leer en el Metro o en estos días de vacaciones, esta obra literaria no es una buena opción.

“Quisiera ser perla fina de tus lúcidos aretes, pa´ morderte la orejita y besarte los cachetes”

Canto de Lucha Zapata, personaje de La Voluntad y la Fortuna, de Carlos Fuentes

Ajá, sí, fueron los vecinos de Valle de Aragón los que colocaron una manta en un puente peatonal para darle gracias  al Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto,  por haber repavimentado la Avenida Central:

DSC00921

Peña 

 

¡Muchas gracias señor Peña Nieto! Sabemos que con todo lo que gasta en comerciales (ahora hasta con Lucero) apenas y le alcanza para hacer obra pública.

Un saludo respetuoso para usted, para su jefecita y también para la distinguida Gaviota que, aunque ya un poco cascadona, todavía aguanta pa´ los tacos.

Gaviota

¿O no?

Perry

(La foto de Katy Perry -nominada a Mami del Año- cargando un gato no tiene ningún sentido, siga leyendo el post)

Pues sí, ya llegó la época de los recuentos de lo mejor del año, que en realidad sirven para dos cosas, pero qué gusto se da uno haciéndolos y criticando los de los demás (por cierto, hace poco leí uno muy bueno de las mejores películas del año según el Taquero Narco).

Aquí abajito nomás puse las rolas que, de acuerdo a la banda que tengo en línea en el messenger (4 amigos), y su servilleta, rifaron más a lo largo del 2008.

El resto también puede opinar y decir "wey, no mames, ¿y la de Nigga? La de baby te quiero wuo wuoooo...". 

Como sea uno nunca queda bien al hacer estos ejercicios. Pero aquí tienen esta muestra que al menos les servirá para armar un buen playlist navideño:

 

Clarita (amiga del Ganso)

Inolvidable-Reik (jaja, respeto tus gustos)

Spaceman - The Killers

Use somebody - Kings of Leon

Love love, kiss kiss - Alkaline Trio

Chok

Golden Age-TV On the Radio

Ready for the floor- Hot Chip

Machine Gun-Portishead

Tazy

Human- The Killers

Great DJ-Ting Tings

Womanizer- Britney Spears

Amiguiz

Oasis: The shock of the lightning

Radiohead- Nude

Metallica- The Day That Never Comes

Ganso:

M.I.A.- Paper Planes (olviden Rehab, ya vi que es del 2007)

Metallica- The Day that Never Comes

Katy Perry- I Kissed a Girl (sí, soy un popero miserable)

 

El departamento de mercadotecnia de La Casa del Ganso me encargó realizar un ejercicio a fin de elaborar el plan de negocios del 2009.

El asuntacho es preguntarle a usted, amable y taimado lector, qué percepción tiene respecto al Ganso, el tipo que escribe aquí todo tipo de impertinencias y banalidades.

¿Le parece que es muy mamón? Es decir, ¿se la jala mucho cuando escribe? (esto último se presta a muchas interpretaciones)

¿Le parece que es más aburrido que un partido de golf transmitido por radio?

¿Cree que debería dejar de postear y hacer algo más productivo, no sé, algo como pizcar frijoles u ordenar cronológicamente la colección de acetatos de Acapulco Tropical que su padre guarda celosamente?

Por favor háganos llegar sus opiniones en la sección de comentarios o al correo minickesganso@gmail.com

Como agradecimiento por su participación se les hará llegar una copia del disco de ranchero que grabó el Ganso en 1999 con las Ardillitas de Lalo Guerrero y que hasta la fecha sigue siendo objeto de culto en el Chopo.

Aproveche porque esta promoción no se volverá a repetir.

Antes de que me corten la suscripción al periódico Reforma, les paso una entrevista que le hicieron a Haruki Murakami y que apareció publicada el domingo en el Suplemento Cultural El Ángel.

Después de leer algunas de sus respuestas, mi impresión sobre el autor de Tokio Blues o Crónica del Pájaro que da Cuerda al Mundo es que es un tipo común al que le gusta hacer cosas simples como correr e ir a nadar.

Lo cómico-mágico-musical llega cuando este japonés, que está a punto de cumplir 60 años, se sienta a escribir todos los días luego de levantarse a las 4 de la mañana.

Murakami1
 
Murakami2

Pero así como de pasadita, les cuento que hoy cumplí el cuarto de siglo.

DSC00537

 

1.- Porque soy americanista y tengo un odio deportivo hacia Cruz Azul, incluso más que a Chivas

2.- La directiva de los cementeros se pasó de rosca al vender muy pocos boletos en las taquillas del Estadio Azul (se habla de 2 mil para al público en general) y darle casi todas las entradas a los socios, los cooperativistas y, claro, a los revendedores

3.- El arbitraje estuvo cargado hacia los cementeros en la Semifinal contra el Atlante: el supuesto penal a Gerardo Lugo nunca existió y a Torrado le perdonaron una mano en el área y una expulsión

4.- Para colmo, apenas le dieron un juego de suspensión al “Catita” Domínguez, siendo que su entrada en los últimos minutos del partido en Cancún fue violenta y debió representarle mínimo tres partidos en la congeladora

5.- Cruz azul fue un equipo muy irregular en todo el Torneo, de hecho apenas hizo 5 puntos más que las Águilas del América, cuyo desempeño fue una lágrima

6.- Un equipo que perdió de forma tan ridícula ante el América, con todo y el “nos dio miedo” de Miguel Sabah, no merece llevarse el trofeo

7.- Toluca tiene en Hernán Cristante a un portero que ya hizo historia en el futbol nacional. Además tiene a Héctor Mancilla, campeón de goleo. ¿Y Cruz Azul? ¿Qué tiene?

8.- Los jugadores del Azul son una bola de “pechos-fríos”, por no decirles de otra forma

9.- Contando Liguilla y Torneo regular, Toluca es el equipo que hizo más puntos, así que por justicia deportiva merece ganar su Campeonato número 9

Toluca

Mi pronóstico para la Final:

Toluca 3-2 Cruz Azul

 

Esta rola rifa: Watching the Wheels

Cuando el pequeño Óscar cumpla tres años, le compraremos un tambor.

El Tambor de Hojalata

De nada se puede escribir con tanta pasión como de lo que se ha perdido para siempre; la literatura surge para compensar una carencia.

Günter Grass

DSC00904

De acuerdo a uno de los textos que aparece en la colección Los Once de la Tribu, de Juan Villoro, Günter Grass nació en 1927, bajo el signo de Libra y en la ciudad de Danzig, que es la localidad donde se desarrolla gran parte del relato de El Tambor de Hojalata.

Desde muy joven, Grass se formó como escultor y dibujante, y fue en 1956 cuando tuvo su primera incursión literaria con el libro de poemas, Las Ventajas de las Gallinas de Viento.

Antes, cuando tenía 16 años, “recibió un uniforme del ejército del Reich” y a los 17, el día del cumpleaños de Hitler, fue herido en el frente de batalla.

Hace algún tiempo, la revelación de que había formado parte de la SS Nazi le atrajo muchas críticas.

Sin embargo, él alegó que lo había hecho en contra de su voluntad (después de todo, apenas era un morrito de 17 años). Dio más detalles respecto a este suceso en su autobiografía Pelando la Cebolla, misma que me recomendó la Karyfriend y que espero leer algún día.

En la entrevista con Villoro, Günter Grass (Premio Nobel de Literatura 1999) habla de que le gusta escribir de pie y sin computadora de por medio, lo cual me hace pensar que para cuando terminó de escribir el Tambor de Hojalata en un sótano de París (1959) ya se le habían formado piernas de centro delantero, pues al menos en mi edición la novela tiene cerca de 800 páginas.

La verdad es que puede resultar intimidante la magnitud de esta historia. De hecho, después de las primeras páginas llegué a dudar de que pudiera terminarla.

Pero pasada la parte en que se cuentan las vicisitudes de la abuela del personaje principal (por ahí de la página 44), la trama empieza a agarrar vuelo.

Es ahí cuando se empieza a narrar el día en que nació Óscar Matzerath, un tipo que el día de su tercer cumpleaños, cuando su madre le regala precisamente un tambor de hojalata, decide dejar de crecer.

A partir de esta determinación, Óscar se hace acompañar siempre por el redoble de su tambor, mismo que se deja escuchar durante casi 30 años, que es la edad con la que el propio Óscar nos cuenta todo el chisme de su vida postrado en la cama de un sanatorio.

Como buen ignorante que soy, no sé a ciencia cierta qué es lo que simboliza el tambor que acompaña siempre al Oscarín. Dado que su artefacto preferido es rojiblanco, supongo que habrá una relación con la bandera de Polonia y los conflictos que ha tenido esta nación con Alemania.

Pero esa es una suposición muy simple, así que no me hagan mucho caso.

Lo que sí puedo asegurar es que la historia de Óscar ocurre antes, durante y después de que los Nazis cumplieron el sueño de Pinky y Cerebro de poder dominar el mundo bajo la batuta de otro señor con bigote chistoso (Hitler).

Es en esta época en la que Óscar Matzerath, cuya estatura hasta los 30 años era de 1.21 metros, va poniéndole el soundtrack a su vidorria con el tun-tun-tun de su tambor.

Es así que sabotea un mitin de los nazis, que trata de obligar a Jesús a que toque el tambor como él o que desarrolla otro de sus talentos (el de vitricida), que es el de hacer añicos con su voz cualquier vidrio que no le simpatice.

De hecho, encontré en youtube un fragmento de la película en el que Óscar se pone punk con su profesora luego de que ella trata de quitarle su juguete preferido:

Creo que el propósito de toda reseña es hacer que alguien que no haya leído el libro se anime a hacerlo. La verdad es que es difícil lograr una proeza de este tipo, sobre todo si el Tambor tiene la característica de ser un tabicote.

Pero en fin, espero haberles contagiado aunque sea un poquito del entusiasmo y el gusto que obtuve al leer esta novela, cuyo rasgo más destacado, al menos a mi parecer, es la capacidad de conjugar lo grotesco con lo enternecedor.

Porque vaya, Óscar Matzerath es un gnomo con joroba que además de posar desnudo para una academia de arte, truena los furúnculos que se le forman en la nuca a un fabricante de lápidas, hace que un grupo de ancianos se haga pipí en los pantalones con el sonido de su tambor o toca jazz en un club (El Bodegón de las Cebollas) donde la gente, en lugar de tomarse un trago, pela cebollas para poder llorar, porque se viven tiempos en los que la gente ha olvidado cómo llorar.

Eso es con lo que me quedo, con la capacidad de encontrar belleza en aquello que a primera vista puede resultar grotesco.

Es eso y es también el hecho de que asocio el Tambor de Hojalata con cosas buenas para mí, como mi paso en el Reforma, donde de hecho una compañera fue la que me prestó el libro (muchas gracias Abi), el cual prometo regresar en breve.

Y ps ya, si pueden le echan un ojo y aquí lo platicamos.

Tony Romo, mariscal de campo de los Vaqueros, regó el tepache en el último cuarto al ser interceptado por  los Acereros, quienes gracias a ese error pudieron anotar el touchdown de la victoria.

Pero oigan, si yo fuera Romo y una morra como la de abajito fuera a consolarme al llegar a casa, la neta no me sentiría tan mal. ¿O ustedes sí?

Simpson

Hasta hace unos minutos, estaba en un bar donde tocaban puro reggaetón.

Llegamos ahí porque queríamos experimentar algo distinto al Dober.

¿Y qué encontramos? Mucho perreo. Me dio tortícolis de ver tantas caderas de chica guapa meneándose para todos lados.

También descubrimos a varios personajes, como a un don ya entrado en años que se parecía a Ortiz de Pinedo y que a huevo nos quería vender una especie de pase mágico para Reino Aventura (jaja, es tan retro mi referencia a ese parque), pero obvio, para consumir chela ilimitada.

También había un tipo que se parecía a Johnny Bravo, pero versión reggaetonera. Jaja, pobre, estaba bien mamado pero una rola de Don Omar casi casi lo hacía chillar. Se desmoronó encima de una chica que era puro bling bling.

vicky-cristina-barcelona-poster

Pero antes, antes de ponerme en estado etílico, fui con Elizoida a la Cineteca a ver Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Buena trama, con tres mujeres neuróticas e insatisfechas con su vida amorosa.

Mis respetos para Rebecca Hall, que interpreta el personaje de Vicky. Se come pero gacho a mi noviecita Scarlett Johansson que, según yo, no ha dado el ancho como chica gudialenesca.

Digamos que no lo ha hecho mal. En Match Point hizo su mejor papel como amante pérfida. Pero creo que hay otras mujeres que pudieron darle más a Woody. Digo, quizá no cabe la comparación, pero recordemos a Diane Keaton y entenderán de qué les estoy hablando.

Y ya, ya basta de escribir. No sé ni lo que estoy diciendo. Ay se ven.

DSC00891

 

DSC00894

 

DSC00896

 

DSC00897

Toda historia digna de contarse, finaliza en una taquería ...

Pero no todo es tristeza. Lily Allen sacó una nueva rola que me late chocolate. Soy fan.

 

Muchas gracias crisis financiera mundial, por tu culpa ahora estoy desempleado.

Debido a esta eventualidad, la búsqueda de una nueva chamba inicia desde ya.

¿Saben de algo bueno?

Y sí, por si se lo preguntan, estoy bien achicopalado.

Estuve poco tiempo en REFORMA, pero bastó para aprender muchas cosas y hacer muy buenos amigos.

Espero que algún día pueda regresar y cumplir todas las expectativas que tenía dentro de esta empresa a la que le estoy muy agradecido.

Por lo pronto, llegó la hora de volar hacia otros terruños laborales.

Un estupendo resumen de los dos años de (Des) Gobierno de Felipe Calderón.

El autor es el reportero Mayolo López, quien cubre desde hace varios años la fuente del Poder Ejecutivo para el periódico REFORMA.

 

 

'Cuántas cosas han pasado...'

 

Propenso a hablar de adversidades y cómo remontarlas, el Presidente concluye su segundo año precisamente en esa condición: adversidad.

Por Mayolo López

 

Ciudad de México  (30 de noviembre del 2008).- En el zocalito del pueblo de Hueytlalpan, en las cañadas más profundas de la sierra norte poblana, el presidente Felipe Calderón tuvo ánimo para jugar con la ironía: "caray… cuántas cosas han pasado".


Lo escuchaban cientos de indígenas totonacas. "Tengo la conciencia tranquila", les dijo. Con la entrega de un camino de 3.3 kilómetros que se uniría al Espinazo del Diablo podía proclamar "palabra cumplida": a principios de 2007 el alcalde le había demandado la construcción de ese tramo.


Con ese antecedente de por medio, Calderón recordó que ya se aproximaba la fecha –1o. de diciembre– que marcaría los primeros dos años de su gobierno.


"Caray, cuántas cosas han pasado…".


Era el miércoles 12 de noviembre: había transcurrido ya una semana del trágico percance que le costó la vida a su colaborador y amigo más cercano, Juan Camilo Mouriño.


Alumnos de la escuela primaria Benito Juárez habían interpretado en lengua totonaca el Himno Nacional: Calderón respiraba otros aires. Los niños le ponen contento y le levantan el ánimo. Y ese día lucía más o menos repuesto de la pérdida de Mouriño.


El percance aéreo del 4 de noviembre –que opacó en México el espectacular triunfo de Barack Obama en su carrera hacia la Casa Blanca —tiñó de sangre, de desgracia y tristeza el panorama hacia la efeméride del 1o. de diciembre.


Un trance que, contra su voluntad, obligó al Presidente a recomponer su gabinete en medio de la tragedia y el dolor: en la persona del abogado Fernando Gómez Mont encontró al sucesor de Mouriño, en un movimiento que sorprendió a todos.


Pareciera que ya no tuvo margen para concebir y ejecutar sus planes como él hubiera querido en el espacio del gabinete. El grupo que lo cobijó, alentó y apoyó en la campaña hacia la Presidencia resentía la pérdida de la pieza fundamental: aun afuera de Los Pinos, Juan Camilo era el cemento del staff integrado por los jóvenes Maximiliano Cortázar, Ernesto Cordero, Alejandra Sota y Patricia Flores.


Para su amigo entrañable, Calderón organizó unos funerales que parecieron de Estado: en el Campo Marte, ante la clase política, el Gabinete, centenares de invitados y contingentes del Ejército.


El féretro con los restos de Mouriño fue colocado por delante de la hilera que formaron los otros siete ataúdes de las víctimas del avionazo.
La mañana de ese 6 de noviembre Calderón lanzó un panegírico de la figura de Juan Camilo; el domingo siguiente, en la sede del partido, no sólo hizo una exaltación más de su amigo, sino que lanzó una reprimenda al panismo.


"Homenajearlo (a Mouriño) es dejar atrás, y de una vez, las mezquindades. Las ruindades que nos impiden servir, que nos impiden hacer el bien y que nos atrapan en pleitos, envidias, ruindades; en fin, que paralizan la acción del partido, nos alejan de los ciudadanos ya demás nos hacen perder elecciones", sentenció el mandatario, en lo que parecía un recuento de las disputas vividas entre el calderonismo y el ala foxista-espinista del blanquiazul.


Ocho días después, mientras Calderón viajaba a Washington para participar en la Cumbre de los Líderes del G-20, en México el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, daba carpetazo al asunto al apuntalar la hipótesis de la "turbulencia" provocada por un avión de Mexicana que hizo que el Learjet 45 se desplomara.


Del ajuste a la crisis
En el presidencialismo mexicano se suelen dividir los sexenios en tres tercios, y se le otorgan al segundo año varias características: es el año en el que se acaba la curva de aprendizaje, en el que el Presidente toma las riendas del gobierno e imprime su sello propio. Sentadas las bases del sexenio, definidas las políticas públicas que guiarán la administración, el Presidente se apresta a gobernar en plenitud.


En esa lógica, Calderón inició su segundo año con el propósito de cerrar en definitiva el capítulo de las elecciones del 2006 y abandonar el discurso de reafirmación y legitimación que lo caracterizaron en el primer año.


En busca de la consolidación, en enero dio un golpe de timón al nombrar a dos de sus colaboradores más cercanos –ambos artífices de la estrategia con la que ganó la Presidencia– en posiciones estratégicas: Ernesto Cordero en la Secretaría de Desarrollo Social y Juan Camilo Mouriño en Gobernación.


Los movimientos fueron precedidos por la llegada de Germán Martínez, otro hombre clave del calderonismo, a la dirigencia nacional del PAN, el 8 de diciembre del 2007.


El ajuste anunciaba un relanzamiento de la administración, que pasaba por la negociación de la reforma energética –en manos de Mouriño– y el diseño de una ambiciosa estrategia de desarrollo social bautizada como "Vivir Mejor". Se intentaba posicionar al gobierno en un terreno distinto al de la lucha contra el narcotráfico, monotema del primer año de gobierno. Y el PAN se aprestaba a hacer del 2008 el año del combate a la pobreza y el lucimiento de los programas sociales.


Sin embargo, los planes chocaron contra la realidad: la reforma energética dio nuevos aires a Andrés Manuel López Obrador, quien sustituyó la bandera del fraude electoral por la de la defensa del petróleo; desgastó al alfil y principal negociador del Presidente, Juan Camilo Mouriño –al revelarse los contratos que firmó como representante de su empresa familiar con Pemex–, y tardó 10 meses en procesarse.


La estrategia "Vivir Mejor", lanzada en mayo, se empalmó con la negociación de la reforma energética y, finalmente, se desvaneció frente a la contundencia con la que el crimen organizado repelió la lucha antinarco.
En el mes de agosto se supo del secuestro y asesinato del menor Fernando Martí, lo que puso el foco nuevamente en el tema de seguridad pública. La delincuencia organizada desató en paralelo una ola de violencia sin precedentes y, en septiembre, el tema de Calderón era nuevamente el de la guerra "que costará dinero, tiempo y vidas humanas".


En el mismo mes, la devaluación del peso, la caída de los precios del petróleo y la presencia de una crisis económica llegada desde el exterior completaron el cuadro.


Inexorablemente, los dos primeros años de este gobierno quedaron marcados por esas palabras: crisis, pérdida, dolor, tragedia. Una tragedia tras otra: el secuestro y ejecución del adolescente Fernando Martí, el "granadazo" de Morelia, el avionazo de Las Lomas…


En el camino, asoma también el grito incómodo que retumbó en los muros de Palacio Nacional el viernes 3 de octubre.


"¡Espurio!", le gritó a Calderón, desde el templete principal de la entrega del Premio Nacional de la Juventud 2007, Andrés Leonardo Gómez Emilsson, un estudiante de 18 años.


Antes, la fractura en el hombro izquierdo provocada por una caída en bicicleta en sus paseos matutinos por Chapultepec, lo que le obligó a usar un cabestrillo a lo largo de varias semanas y aparecer así en público el 1o. de septiembre, cuando envió al Congreso su Informe de Gobierno, en el otrora "Día del Presidente".


Brindis
Dos brindis sobresalen en el segundo año de la gestión del presidente Calderón. Uno, el de la noche del 'Grito' en Palacio Nacional, justo en el momento en que se contaban los muertos que dejaron las dos granadas arrojadas a la multitud que se concentró en Morelia, la ciudad natal de Calderón. Otro, en Los Pinos, para celebrar la "histórica" reforma a Petróleos Mexicanos.


Al arañar el primer trienio de su gestión, la del 15 de septiembre de 2008 en Palacio Nacional puede ser la 'noche triste' del Presidente: enterado de la barbarie que se había cebado sobre sus paisanos, Calderón se desprendió de la banda presidencial, apuró una reunión urgente con el gabinete de seguridad y descendió al patio central a departir con sus invitados especiales.


Lucía apesadumbrado, absorto. Apenas tuvo ánimo para tomarse las fotos del recuerdo de una noche teñida por lo que muchos no dudaron en calificar como un acto terrorista.


En contraste, la noche del 28 de octubre reunió en Los Pinos a su gabinete y a los senadores y diputados del PAN, para celebrar la aprobación de la reforma a Petróleos Mexicanos. Con vino blanco y tequila, la familia panista festejó el acuerdo alcanzado en el Congreso con el PRI y con el ala moderada del PRD, tras 10 meses de intensas negociaciones y desgaste político.


La reforma que, en medio de bloqueos al Senado de la República, una toma de tribuna en San Lázaro y amagos de movilizaciones de las huestes lopezobradoristas, prosperó en el Congreso de la Unión apenas en octubre, distó mucho de la que pretendía dar con "el tesoro" en las aguas profundas.


El 8 de abril el presidente Calderón lanzó la iniciativa para buscar el fortalecimiento de Pemex, e inició un tortuoso proceso de negociación que acaparó la atención de la clase política.


En paralelo, la embestida del crimen fue en aumento: los descabezados de Mérida, la veintena de ejecutados en La Marquesa, los ocho muertos de Morelia, el SOS desde Chihuahua, la barbarie diaria en Tijuana y muchos otros hechos sangrientos. Al cierre de esta edición, los ejecutados rondan los 4 mil 500 en lo que va del 2008.


La guerra contra el narco también dio victorias al mandatario; en forma sobresaliente, la captura de El Rey Zambada, hermano del líder del Cártel del Pacífico; El Doctor, último de los hermanos Arellano Félix que estaba en libertad; Antonio Galarza Coronado, del Cártel del Golfo; y El Hummer, uno de los fundadores de Los Zetas. Además de dos decomisos: uno en efectivo, por 26 millones de dólares, y otro de armamento, con más de medio millón de cartuchos de por medio.


En esta guerra se abrió un nuevo flanco en las últimas semanas: la de la Operación Limpieza, que ha provocado hasta el momento la detención de siete ex mandos policiacos de alto nivel para ser investigados por sus presuntos nexos con el narcotráfico; entre los que sobresale el ex titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Noé Ramírez Mandujano. En este proceso, se han hecho señalamientos contra personajes vinculados al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Por ejemplo, su ex secretario particular cuando era titular de la AFI, Arturo Velarde, compareció la semana pasada a declarar ante la SIEDO.


Desde el extranjero, el fin de semana pasado el Presidente se vio obligado a deslindar a su secretario de Seguridad Pública de la cloaca destapada:
"No se trata de investigaciones alrededor de él (García Luna) o de cualquier otro funcionario. Se trata de un compromiso de limpieza en torno al Gobierno federal... si hubiera alguna duda de su probidad o, más aún, algún elemento probatorio que descalificara esa probidad, seguramente no sería secretario de Seguridad Pública", sentenció.


Una apuesta por el gasto
La crisis económica tocó puerta en Los Pinos en los últimos días de septiembre, después de que Calderón incursionara en el inestable y convulso territorio de Wall Street.


Contra el escepticismo de muchos, por esos días comenzaba a gestarse la peor crisis financiera del planeta, mucho más grave que la que enfrentó Estados Unidos con la Gran Depresión de 1929, a decir de muchos tras el recuento de los daños.


"Tenemos un sistema bancario, crediticio y financiero muy fuerte, que ha tenido un comportamiento positivo, y aún en estos momentos está registrando un crecimiento en la economía de México", planteó en la Bolsa de Valores neoyorkina el 24 de septiembre.


Un día después, ante el influyente Club Económico de Nueva York, todavía afloró en Calderón un optimismo que no se correspondía con el ambiente de incertidumbre que se respiraba: "Ya no tiene cabida", planteó, "lo que antaño se decía: que si a Estados Unidos le daba gripe, a México le daba pulmonía".


El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, pecó todavía más: aseguró que, para México, la cosa quedaría en un inofensivo "catarrito".
Apenas regresó el Presidente a México, la crudeza de la crisis afloró: dos semanas consecutivas de pérdidas en las bolsas del orbe dibujaron un ominoso horizonte para todas las economías.


Con el pánico que se respiraba en los mercados, Calderón no dejó pasar mucho tiempo. El 8 de octubre, en Los Pinos, compareció ante la prensa con una estrategia en el bolsillo: el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo, que a la postre fue saludado por todos los actores, hasta por la oposición perredista, que se congratuló de que el Presidente hubiese anunciado la construcción, con dinero público, de una refinería.


"El mundo está en una grave crisis y eso afecta a México", terminó por reconocer ese día el presidente de la República. "Estamos ante una situación difícil que obliga a muchos gobiernos a adoptar medidas para mantener la estabilidad de sus economías y sistemas financieros y, desde luego, para recuperarse de su crecimiento. México no es la excepción".
Acompañado por los titulares de Hacienda y Economía, Calderón explicó que el objetivo del Programa estaba orientado a proteger el crecimiento de la economía y defender los ingresos y el empleo de los más pobres.
Con ese instrumento, en los hechos Calderón daba un viraje que implicó un regreso a los orígenes de su formación política y doctrinaria: decidió apostar al gasto público y distanciarse de la tendencia seguida en los últimos 15 años, marcada por la preeminencia de la inversión privada.
En concreto, el programa de contingencia se orientó a ampliar el gasto público en infraestructura para estimular el crecimiento, a cambiar las reglas en el ejercicio de ese gasto, a proyectar la construcción de una refinería, y a apoyar las pequeñas y medianas empresas en México.
Dos días después, bien acogido su plan de acción, Calderón afirmó que el gobierno tenía un "margen de maniobra importante" como para "evitar que la crisis internacional paralice nuestra economía y provoque despidos masivos".


No será necesario apretarnos el cinturón, dijo. "No nos desanimemos".


Futuro
La perspectiva que tiene enfrente el presidente Calderón al iniciar el segundo tramo de su gobierno se presenta harto difícil: los trastornos de la crisis financiera y bursátil y la inminente recesión de la economía estadounidense implicarán remar a contracorriente.


Para infortunio suyo y de los mexicanos, en cuestión de meses el país se le descompuso: el 8 de abril, cuando presentó su iniciativa de reforma energética, el dólar costaba 10.67 pesos y el precio del petróleo se ubicaba en 90.5 dólares por barril.


Desde esa fecha, Calderón presumía la fortaleza de la economía y, en la expectativa promisoria de la reforma, se apostaba a la inversión privada para construir una refinería.


Hoy, México es otro: el dólar se cotiza alrededor de los 13.50 pesos y el precio de la mezcla mexicana de petróleo se desplomó hasta 35 dólares.
Del millón de empleos prometidos en campaña, a principios del 2008 se pasó a una oferta de 600 mil y, finalmente, la realidad ubicó la cifra en menos de 400 mil.


Sin el jefe de su equipo, sin el PRI –que ahora estará ocupado en derrotar al PAN en las elecciones intermedias– y sin más reformas legislativas que negociar, Calderón entrará a una zona en la que, según prometía en campaña, se desempeña mejor que en ninguna otra: la de la adversidad.

Blogger Templates by Blog Forum