Pues ya se cumplió una semana desde que la mayoría nos enteramos de que existía un virus llamado influenza porcina (aunque ahora ya lo quieren llamar influenza humana).

Justo hoy, el día del niño.

En ese lapso hemos visto y escuchado de todo. Teorías conspiradoras, bufonadas, gritos de pánico y por ahí un temblor que nos hizo pensar que sólo faltaba que nos orinara un perro.

Y el asunto sigue. Parece que va para largo. Mi familia parece tranquila, aunque de repente mi papá se altera cuando  le llegan mensajes alarmistas vía celular o correo electrónico. Entonces tengo que convencerlo de que son puras falsedades. Si entiende, bien, si no, le doy un zape. Y ya.

Apenas hoy empezamos a pensar en un plan en caso de que alguno de nosotros se infecte. De entrada, descartamos la idea de envolver al influenziado en papel aluminio y luego trasladarlo en una avalancha hasta el hospital más cercano. Así que yo creo que lo chido será preguntar en el centro de salud si ahí pueden atendernos.

En mi caso, para no saturarme y empezar a ver el virus hasta en la sopa de codito, me he puesto a leer mucho, a ver series y a escuchar música. De literatura, me leí completo el Guardían entre el Centeno. La historia de Holden Caulfield, a quien de seguro le pondría verde tanta payasada sobre la influenza. También he empezado a releer Rayuela. Parece que ahora me está entrando mejor, porque la vez pasada hubo muchos párrafos que me pasaron de largo.

En cuanto a series, he visto Lost, la repetición de la segunda temporada que pasa por AXN. Y no mamen, ya me atrapó. Lamento haberla conocido hasta ahora. Tiene unos personajes muy bien hechecitos y una estructura que a huevo te deja intrigado. También he visto Gossip Girl. Placer culpable. Lo acepto.

Creo que ya me extendí mucho. Pero no sé, me dieron ganas de sentarme a escribir con toda tranquilidad. Así nomás, por puro gusto, para salirme un poco de la paranoia. Se siente muy chido. Se los recomiendo. Pongan un disco que les guste mucho y escriban lo que les venga en gana. Yo ahorita tengo de soundtrack el nuevo de los Yeah Yeah Yeah´s. Lo acabo de bajar.

No sé ustedes, pero estos días también me han puesto melancólico. En eso también influye algo que me pasó hace unos días. Alguien dejó en el buzón del teléfono un fragmento de la canción Stand By Me, interpretada por John Lennon. Esa rola me la dedicó hace varios años una amiga de la preparatoria. No creo que haya sido ella. Pero escuchar la canción sí me soltó un resorte interior. No quiero ser cursi ni nada. El asunto es que sí me puso a pensar en todo lo que ha pasado desde aquellos días, desde 1999, el año de la huelga. Ya tiene 10 años. No mamen. Ya estoy viejo.

Podría seguir contándoles más cosas sobre mi vida. Estoy bien a gusto, me cae. Pero mi padre ya quiere usar la computadora. Además, tengo ganas de hacer pipí. Nomás de refilón, les recomiendo que si no tienen twitter abran su cuenta pero a la de ya. Está bueno el intercambio de tuitazos con la banda bloguera. Ya saben, Chila, Amiguiz, el Beto, Tazy, la Pelo y demás. Ay se los encargo.

Nos estamos leyendo.

 

4 Comments:

  1. tazy said...
    no te apures ganso, yo también ando como el gato azul :(
    El Chico YeYé said...
    En casa hemos decidido que si alguien se enferma, irá a la barranca y se aventará. Yo hubiera preferido llevarlo al centro del pueblo y que sea apedreado, pero que dice mi mamá que eso está muy choteado :-(
    Sidurti said...
    Esa es una buena manera de relajarse, tantas cápsulas y notas informativas de la gripe que no es gripe saturan.
    Mmm no me había puesto a pensar en qué pasaría si alguien se enferma en casa... Aunque sugiero que sería mejor envolverlo en plástico para envolver comida, ese que mantiene los alimentos frescos.
    Puedes escribir una historia sobre ese mensaje en tu teléfono.
    el ishmail said...
    Gossip girl, melancolía, canciones de J. Lennon. Esta entrada me suena como a... se oye como a... ¡mi hermana!

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