Walle

Por fin vi Wall-E. Soy fan. Creo que Pixar tiene el control de mi cerebro desde hace varios años, porque revisando su página de internet, me doy cuenta de que he visto todas sus películas, menos Toy Story 3 (shame on me).

Me he chutado (al igual que millones de personas): Toy Story, Toy Story 2, Bichos, Monsters Inc., Buscando a Nemo, Los Increíbles (la menos afortunada), Cars, Ratatouille, Wall-E y UP (que creo es su mejor trabajo). En el cine y sobre todo cuando las pasan en televisión, lo que ocurre con frecuencia.

Y para ser honesto, he pasado muy buenos momentos con ellas. Tanto de niño como ahora, cuando me acerco a la vejez (¿alguien vio mis pastillas de Viagra?).

Sabemos que son películas “con mensaje”. Que siempre tratan de destacar algún valor, como el trabajo en equipo, la amistad, la unión familiar o el sexo con condón… bueno, esto último no. Pero deberían hacerlo.

Estoy seguro de que hay un montón de tesis  en las que se estudia cómo el imperialismo yanqui, o alguna otra fuerza esotérica, trata de imponer una moral a los niños que ven estas películas.

Puede haber algo de eso. Tal vez Buzz-Lightyear emita mensajes subliminales cada vez que dice “al infinito y más allá”, para motivarnos a tomar más Coca-Cola, o para convencernos de que el american way of life es la mejor opción.

Los que saben de cine podrán explicarnos cuáles son las sucias estratagemas que utiliza Pixar en cada una de sus historias para atrapar nuestra atención, y hacer casi inevitable que compremos un cepillo de dientes o una pijama con la imagen de un ratón que sabe cocinar.

Destacarán los lugares comunes. Las inconsistencias en los guiones. Y uno dirá “es cierto, ¿para qué ver este tipo de películas? Voy corriendo a comprar todo lo de Bergman”. Pero al siguiente domingo, sin saber cómo, estará uno viendo Disney Channel, angustiado porque el viejito de los globos cumpla la promesa que le hizo a su mujer.

Creo que nadie cuestiona la calidad de las animaciones que presenta Pixar. En ese aspecto, su legado no tendrá mácula. Incluso para aquellos que aborrecen lo “comercial” de sus tramas, o la supuesta manipulación de conciencias que hace esta compañía.

Yo me he reído mucho con cada una de sus producciones. Incluso he llegado a coincidir con algunos de sus mensajes moralizantes. Aunque también he criticado sus fallas. Y les guardo rencor por haberme hecho llorar con UP (¿quién no lo hizo?)

En el caso de Wall-E, hay varios detalles que me dejaron un buen sabor de boca (además de las gomitas que comí mientras la veía), como el hecho de que los protagonistas sean un par de robots. Apenas dicen un par de palabras a lo largo de toda la película, y sin embargo logran transmitirte sus emociones, te hacen reír, te conmueven, con detalles tan simples como estrechar sus manos.

También disfruté la música (Thomas Newman), los gags, el homenaje a HAL 9000, de la Odisea de Kubrick, e incluso “el mensaje” ecológico, la descripción de un futuro en el que los humanos son gordos idiotas que olvidaron cómo pensar, sentir y hasta caminar confiados en la capacidad de las máquinas para resolverles la vida (lamento si algún tuitero se siente aludido).

Después de UP, creo que es lo mejor que ha hecho Pixar. Aunque eso siempre será cuestión de gustos. ¿Ustedes por cuál votan? Por lo pronto me voy a dormir pensando en una planta que vive en un zapato. En un nuevo comienzo… (párrafo críptico).

Se ven.

1 Comment:

  1. Taquero Narcosatánico said...
    Mi favorita también es Up. Yo también he visto y disfrutado las películas de pixar.

    Hay muchos que hasta ven en ellos la salvación del cine... o frases asi de mamilas. De Wall E llegué a leer que era "el mayor logro filmico de la historia". ¿Uh? ¿Y todas las cintas a las que hace referencia no significaron nada? Como que a la critica gringa le encanta nombrar obra maestra a cada cosa nueva que los emociona.

    En fin, que yo no le pongo títulos o valores universales a estas películas (¿qué autoridad tengo para hacerlo?). Yo sólo las disfruto.

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