Tenía pensado despotricar contra cierta persona y tirarme al suelo y arrastrarme y seguir tirando estiércol. Pero nah. Hoy me la pasé tan bien que miro el mundo esponjosito esponjosito, así como panqué con pasas (¿puedo ser más cursi?). Ocurre que fui con mis amigos a Tlayacapan, municipio del estado de Morelos, y la mera verdá nos la pasamos groovy.
Entre otras cosas manejamos motos, jugamos la rigurosa cáscara (donde las mujeres nos sacaron un peleadísimo empate), establecimos el procedimiento a seguir en caso de ser atacados por un oso panda y comimos una cecina enchilada que estaba de lo más yomi. Todo a pedir de trompa, digo, de boca. La pandilla preparatoriana sigue viva después de 10 años y parece que sobrevivirá durante muchos lustros.
¿Y qué puedo decir de Tlayacapan? Sus habitantes son muy gentiles y sus negocios tienen promociones fantásticas. ¿O qué les parece esta?
Obvio me hice la prueba de la mota. Salí limpio. Un día espectacular.
7 Comments:
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Te gano con mis amigos de prepa eh, nosotros tenemos casi 10 años que salimos y más de 13 de conocernos y seguimos bien felices
yo me hubiese hecho la de la helicobacter (o eso) pylori (o eso). ps le tengo miedo.
bueno no
Cecinaaaaa.....mmmmmm....enchilada...mmmm ay que rico.
ash ya, es lunes que querías...
CHISME-CHISME-CHISME-CHISME
Saludos, me gustó tu blog.