La Casa del Ganso

Seguro están enterados de que hace unos cuantos días Carmen Aristegui concluyó su participación en el noticiario Hoy por Hoy de W Radio. ¿Las razones? Algunos afirman que se debió a un simple desacuerdo con los nuevos criterios editoriales de la estación.

Otros se inclinan a pensar (me incluyo en este bando) que el gobierno del ciudadanito Calderón impulsó su salida debido a que siempre le resultaron incómodos los comentarios de la periodista.

Tanto a él como a Emilio Azcárraga Jean, quien junto con los meros meros del grupo Prisa (grupo mediático español que comparte con Televisa el mando de la estación radial) decidieron darle cuello al informativo de Aristegui.

Respeto la opinión que ustedes puedan tener sobre el tema. A mí me parece obvio que a Aristegui le quitaron el micrófono porque sus palabras quemaban y causaban ardor entre los dueños de México.

Temas como el de la Reforma Electoral, el de Ernestina Ascencio, el de la Ley Televisa, el de Mario Marín, el de la pederastia en la iglesia católica mexicana o el del cuñado incómodo de Calderón y su acceso al sistema de datos del IFE, fueron desmenuzados a conciencia tanto por Aristegui como por analistas del nivel de Lorenzo Meyer.

Y pues obvio, a los dueños de México no les gusta que los ciudadanos escudriñemos con tanta insistencia en sus tropelías. Por eso corrieron a Aristegui, del mismo modo en el que en algún momento le cerraron el paso a Gutiérrez Vivó o al mismo Víctor Trujillo (la mesa de los Periodistas era algo digno de escucharse).

Se puede pensar que a fin de cuentas era cuestión de tiempo para que a Carmen la mandaran a freír espárragos. Después de todo trabajaba en Televisa, y sabemos que ahí no son muy dados a la libertad de expresión.

Aquí lo que es de pensarse es que siempre hay alguien más que decide qué es lo que debemos escuchar y qué es lo que no. El noticiario de Aristegui contaba con altos niveles de audiencia. Entonces, ¿por qué sacarla del aire? ¿Hasta cuándo los dueños de México nos seguirán tratando como retrasados mentales y seguirán boicoteando las pocas opciones que nos quedan para tratar de informarnos como es debido?

Lo más probable es que Aristegui vuelva a tener un espacio, tal como ocurrió con Gutiérrez Vivó. Pero eso no es lo preocupante. Lo que es de lamentar es la concentración de los medios en unos cuantos y los oscuros criterios con los que manejan la información.

Vaya, que nos quitan opciones y nos hacen cada vez más difícil saber qué es lo que realmente ocurre en este país tan tirado a la perdición.