La Casa del Ganso

Ahora que se discute en la Suprema Corte de Justicia de la Nación la ley que despenalizó el aborto en el Distrito Federal, vuelven a surgir voces como la del director de Provida, Jorge Serrano Limón, mejor conocido como “El señor de las tangas”.

¿Sí se acuerdan del por qué de ese apodo? En el 2004, a Serrano Limón se le acusó de desviar recursos que la Secretaría de Salud le había otorgado a Provida para la instalación 10 centros de Ayuda a la Mujer.

En aquel entonces, diversas organizaciones civiles denunciaron que Serrano Limón se había gastado este billete para comprar, entre otras cosas, varias tangas de mujer, además de plumas Cartier y ropa de caballero.

Pues bueno, tan distinguido sujeto ahora se dedica a hacer campaña en contra de la despenalización del aborto en el Distrito Federal.

Ayer, por ejemplo, armó un choucito en la Alameda Central, donde puso a todo volumen la ecografía de un morro que está en el vientre de su madre para que los que pasaban por ahí escucharan los latidos de su corazón y se convencieran de que el aborto no rifa.

Luego, Serrano Limón dijo sus choros de siempre, que la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad durante el mismo son los únicos métodos que permiten evitar el aborto y el sida.

O sea que el condón y demás métodos anticonceptivos valen madre porque al señor le parecen pecaminosos.

Chale.

Tal vez estoy perdiendo el tiempo al escribir sobre este sujeto, pero nomás quería hacer constar mi repudio ante seres tan viles como él.

Respeto la opinión de quienes no están a favor de la ley que permite el aborto en el DF hasta la semana 12 de gestación.

En lo particular creo que es una buena medida porque le brinda a las mujeres el derecho a decidir qué onda con su cuerpo y en caso de que así lo quieran la oportunidad de practicarse un aborto en condiciones más seguras.

Pero en el caso de este wey de Provida, no mamen, me pone mal. Dice tantas pendejedas, y además las dice como si el mismísimo Señor se las estuviera dictando. Cree que es un iluminado, así se asume. Pero en realidad me parece que es un simple hipócrita.

Por eso su palabra no tiene ningún valor para mí, porque es un títere de quién sabe qué fuerzas ocultistas que se mueven en los subterráneos de los poderes empresariales del País.

Porque hasta eso, que yo sepa, no se conoce quién financia los desmadres que arma Provida.

Se dice que son empresarios como Lorenzo Servitje, fundador de Grupo Bimbo, pero la neta no tengo forma de corroborar ese dato.

En fin, sólo quería desahogar un poco mi coraje contra ese pusilánime a quien debimos haber corrido a puntapiés de la Nación desde hace mucho tiempo.