¡La chica del fin!

Acompañada, claro, por un pasaje cultural que seguramente motivará un sinfín de chaquetas mentales (el concepto de chaquetas mentales nos lo inculcó una profesora de Epistemología, llamada Govinda, a la que por alguna extraña razón recordé en este momento. Era muy buena, supongo que ahora es mucho mejor, pero ya, volvamos con La Chica del Fin).

En esta ocasión, la invitada de la Casa del Ganso no podía ser nadie más que la boluda de Cecilia Ponce, quien apareció en la portada de la revista H, misma que el primo de un amigo dejó en mi cuarto a principios de semana.

Aquí un par de las fotos de esta argentina de 26 años y 1.63 de estatura, quien asegura que una chela o una copa de vino son más efectivos que la lencería para encender la pasión (ja, son geniales esos datos extra sobre las encueroiles que aparecen en este tipo de revistas. Aunque vamos, ¿quién lee los artículos? Sólo depravados como yo).

Ahora bien, la cita cultural del día de hoy forma parte de la obra del filósofo francés JEAN (Gracias Rackve) Baudrillard, quien tiene un par de libros que espero encontrar el próximo invierno frente a mi arbolito de Navidad: “De la Seducción” y “Cultura y Simulacro”.

“Lo real no es sólo aquello que puede ser reproducido, sino aquello que siempre está ya reproducido, esto es lo hiperreal… o sea completamente una simulación”.

¡Sopas!