Pasé la mañana confeccionando un obsequio para una amiga. Más tarde, cuando traté de entregárselo, ella lo rechazó. Auch… Creo que no cumplí con la regla que dice “no hagas cosas buenas que parezcan malas”. O simplemente no elegí el momento adecuado. Yo qué sé.

¿Cómo es que tengo la capacidad de ofender y lastimar a las personas que quiero justo cuando pretendo ayudarlas? ¿Por qué Dios no me dio otras habilidades? ¿No pudo hacerme bueno para jugar palitos chinos o para pelar cebollas?

Creo que de ahora en adelante me relacionaré con objetos y no con seres humanos. Mis amigos serán un matamoscas y un rayador de queso. Mi confidente: un pisapapeles. Así evito hacer cosas estúpidas como la que hice hoy.

Por si se lo preguntan, el regaló lo tiré a la basura. Que se lo coman las ratas o que lo aproveche un vagabundo.

Me duele el pecho. Y las orejas.

6 Comments:

  1. tazy said...
    y si yo lo quería?
    Rackve said...
    POrque te duelen las orejas??
    Taquero Narcosatánico said...
    Ni modo...

    ¡Qué bien que te gusten mis recomendaciones!
    Sender Eleven said...
    Cambia de amigas mejor.
    Janus said...
    Dios no te dio otras habilidades porque sino no tendría con quien entretenerse. Está tan harto de las malas telenovelas de tv azteca que tiene que hacer las suyas.
    Pillo said...
    Chale, eso me deja pensando...¿Cual era el regalo?

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