El deseo puede llevarnos a tocar constelaciones, pero también puede provocarnos noches y noches enteras con el ojo pelón.

Let me explain myself.

El sábado fui a comer unas enchiladas con una de mis mejores amigas.

Estábamos en el Sanborns de los Azulejos, cuando surgió el tema de nuestras frustraciones (los dos somos bastante amargosos).

Ella es una mujer muy exitosa. La admiro mucho. No sólo se graduó con honores, sino que también tiene un empleo que muchos quisieran tener.

Sin embargo, no está satisfecha.

Entonces, para ejemplificar el deseo como causa de agruras, utilizamos unos cubiertos.

Supón que llevan a tu mesa un cuchillo y un tenedor. Estás contento con ellos. ¿Pero qué tal si en la mesa de al lado, además del cuchillo y el tenedor, alguien tiene una cuchara?

Seguramente vas a desearla. Tal vez no la necesitas, pero ya te entró la cosquillita, y quizá las enchiladas que pediste ya no te sepan tan ricas.

Y luego, supongamos que le hagas ojitos a una de las meseras y consigues la cuchara. ¿Así estarás contento? ¿Era la felicidad aquella cuchara? Lo era hasta que descubres que puedes tener una cuchara de plata, o con MP3...

Eso pueden extenderlo a otros ámbitos. Muchos buscarán un mejor empleo, un iPod con más capacidad, bajar de peso, una pareja, o una novia más bonita, con más bubis.

¿Dichosos los conformes? ¿Los mediocres?

¿Qué es lo que mueve al hombre a desear algo más? ¿Será el espíritu universal del que hablaba Hegel? ¿La humanidad ha progresado para bien? ¿Somos más felices que aquellos hombres que vivían en las cavernas?

Hablo de que somos insaciables.

Díganme si me equivoco, pero muchos de nosotros despertamos todos los días esperando que lo que es, no sea, y lo que no es, sea.

Somos seres inconformes. Ambiciosos.

Ahí nos distinguimos de los animales. ¿O habrá algún oso inconforme con su vida? ¿Existirán hormigas como la de aquella película en la que participó Woody Allen?

¿Por qué no aplicar las máximas budistas? Si el deseo es frustración- dolor, ¿para qué desear?

En un episodio de Lost, Sun pierde su anillo de bodas y se angustia hasta las lágrimas. Lo busca por todos lados, pero nada. Lo cree perdido. Entonces habla con John y éste, con rostro beatífico, le dice que la mejor forma de encontrar algo que hemos perdido es dejar de buscarlo.

Horas después, cuando Sun ya se había resignado, encuentra su anillo casi por casualidad.

kim_l

¿La vida es eso que ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes?

¿Qué es la vida sin deseo?

Emilia, la protagonista de Todo Nada, la primera novela de Brenda Lozano, menciona que en algún momento deseó ser como la mujer que hacía las labores domésticas en su casa, quien chiflaba feliz alguna melodía al momento de trapear el piso.

En lo personal, también me he sentido atraído por la vida humilde, rústica y sin complicaciones.

Mi lado bucólico me inclina a pensar que yo sería muy feliz siendo una especie de campesino bibliófilo. Me imagino teniendo una cabaña, leyendo todo el día, jugando con mis animales, cantando con mi novia. Sin competir ni avasallar a nadie.

Pero ahí está otra vez, el deseo de tener otra vida, el “seguro así sería feliz” del que habla Julieta Venegas.

Es muy probable que, por sí mismo, el deseo no vaya en detrimento de nuestras existencias. Al contrario, puede ser que nos impulse a no estancarnos.

Quizá la trampa esté en tomar deseos ajenos (¿de nuestros padres?), o en apropiarnos de algunos que están fuera de nuestro alcance, como muchos de los que tratan de injertarnos los medios de comunicación.

En fin, todo lo anterior me lo sugirió la lluvia, porque hace un rato, cuando estaba frente a la Torre Latino, viendo las gotas caer sobre los autos y el pavimento, mientras escuchaba una rola de Grisli Ber (Two Weeks), entré en una especie de estado chairo-zen.

Uno de esos raros momentos en que no deseas nada, y estás en paz contigo mismo. Hasta recordé una frase de Herman Hesse: “tu alma es el mundo entero”.

Les juro que no me metí nada. ¡Sólo comí unos panditas con yogurt!

10 Comments:

  1. James Black said...
    Q tal mi buen ganso, ps aki nomas pasando a escribir por primera vez, me late un buen tu blog. Y ps en esta entrada muchas cosas q escribiste yo me senti muy identificado, el ser humano desea todo y no deberia de obtenerlo todo, por q el deseo de tener mas nunca terminaria. En fin los panditas con yogurth son una mezcla muy poderosa XD, saludos.
    tazy said...
    laaaaargo post pero reflexivo. eso de no buscar para obtener me lo han dicho mucho pero me cae que una cosa es que quiera una cuchara y otra cosa es el tipo de cuchara que me llevan, a poco no?



    mi comentario está bien bizarro
    Rackve said...
    Pues ya somo tres los amargados, ja.

    Pues el deseo es algo basico en el ser humano(que mamon suena eso) pero esto es porque siempre andamos en busqueda de algo (ya sea dinero, trabajo, ropa, etec.), y el deseo es lo que nos impulsa para realizar esa busqueda.
    Rackve said...
    P.D. que buena pinche canción.

    Y que chido cuando vas o esta haciendo algo y la cancion y lo que pasa a tu alrededor crean un momento inolvidable.
    **Me** said...
    ...........
    ......


    te queremos ganso te queremos
    te queremos ganso te queremos


    jajaja


    saludos
    ge zeta said...
    Quiero mi cuchara =(
    Anónimo said...
    el yogurt y los panditas... no es la formula para el LCD jajaja MUY BUEN POST
    Karina said...
    Al igual que Elizoida... Te quiero, te quiero, te quierooo :)


    ¿Y no te ha sucedido que cuando obtienes algo taaan anhelado, al final dices "no es lo que pensaba, venga algo nuevo, difícil..."?


    Lee 'Walden o la vida en el bosque' (creo es el nombre), digo, por eso que quieres ser un campesino bibliófilo, jeje.
    Xavysaurio said...
    Odio entenderte ¬¬...

    Que tal la familia, que dice pepin?
    Espaciolandesa said...
    Tsssss... qué denso.

    Pero lo cierto es que no hay que forzar las cosas.

    La vida me lo ha enseñado a punta de patadas :P

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