¿Nosotros forjamos nuestro destino? ¿O el destino forja nuestra realidad? ¿Por qué nos ocurren desgracias? ¿Karma? ¿El pago por errores del pasado? ¿O la fianza por un mejor futuro?

“Por sus pasadas o futuras virtudes, todo hombre es acreedor a toda bondad, pero también a toda traición, por sus infamias del pasado o del porvenir”, se lee en El Inmortal, de Jorge Luis Borges.

Mi familia ha tenido una muy mala “racha” en los últimos dos años. Mi padre se quedó sin empleo en el 2008. Un tío murió a principios del 2009.Y apenas hace unos días, asaltaron a mi tía y la dañaron físicamente. Para toda la vida.

Lo más probable es que no haya ninguna lógica entre esta serie de incidentes. Pero uno la busca. Mi padre me dice que tarde o temprano empezará a irnos bien. Que las cosas caen por su propio peso. Que somos buenas personas. Y uno se aferra a cualquier esperanza.

Como en El Inmortal, de Borges, quieres pensar que el mundo se basa en un sistema de compensaciones. En que “así como en los juegos de azar las cifras pares y las impares tienden al equilibrio”; de un momento a otro comenzaremos a tener suerte.

¿Fe ciega en el Deus Ex Machina? ¿Una forma cobarde de liberarte de toda responsabilidad y achacárselo todo al destino? Quizá hemos cometido omisiones que ahora estamos pagando.

Aunque también es probable que todo sea un absurdo. Que la vida se rija por la arbitrariedad. Que sea “un caos de palabras heterogéneas, un cuerpo de tigre o de toro, en el que pulularan monstruosamente, conjugados y odiándose, dientes, órganos y cabezas”.

Un laberinto borgiano.

Como sea, espero que pronto se aclare el panorama. Que mi tía se ponga bien. Que yo pueda encontrar un mejor empleo para ayudar a mi familia. Que la balanza se equilibre. Nada más.

4 Comments:

  1. Leliel said...
    Y los que somos "testigos (como dice La Maldita Vecindad) de este gran circo en accion" ...vivimos en el miedo y con un dejo de impotencia. Por mi parte, te mando mis mejores deseos. Y que tal y como lo planteas, la supuesta "suerte" te favorezca. ;)
    Chilangelina said...
    Mira, yo siempre me hago "cocowash" de que cuando me ocurre algo "malo", ese acontecimiento está evitando que me pase algo peor. Es mi manera de lograr mi propio equilibrio: "Tal incidente impidió que fuera a tal lugar; posiblemente eso evitó que en tal lugar ocurriera tal cosa".
    Sin embargo tardo en llegar a ese estado. Cuando la rabia y la impotencia están a todo lo que dan, uno no puede razonar así; en esos momentos se vale mentarle la madre a dios. Una vez que lo haces, te liberas de toda divinidad y empiezas a tomar tu vida con tus propias manos; yo pienso que ahí es donde empieza la verdadera recuperación.
    Ocurre como en la canción "Corazón de cactus": los momentos de lluvia (felicidad) nos dan la fuerza para soportar cuando viene la sequía. Pero como dice el Jaime López, "ya lloverá".
    Un besito.
    tazy said...
    Me gustan tus textos reflexivos. Yo también soy como tu apá, digo que nos vienen de rachitas; a veces uno ve el periodo más largo y busca por fuerza encontrar la parte en que nos está yendo mal. en otras ocasiones simplemente nos llueve sobre mojado. algunos saben cómo librarse de eso y ven siempre el lado bueno. no soy de esas personas.

    Igual que tu padre, espero que todo mejore gansito. por lo menos, si ves algo bueno, tienes amigos que te queremos y ya estamos a tu lado.

    muchos besos.
    Chilangelina said...
    Y nada, que la canción es “corazón de cacto”, no de cactus. Pero si la encuentras con Cecilia Toussaint, bájala, no tiene pierde. :D

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