Soy fan de los zombis.

Desde que vi Shaun of the Dead y Zombieland (suspiro por Emma Stone), hace un par de meses, el tema de los muertos vivientes no ha dejado de interesarme.

He buscado videojuegos, películas, videos, e imágenes al respecto, lo que me ha dado horas de (in)sana diversión, y también me ha llevado a preguntarme:

¿Qué es lo que me atrae a mí, y a otras personas, del tema de los zombis?

¿Qué hace tan divertido, o placentero, ver a esas criaturas repugnantes caminando por las calles, mientras algún sujeto les apunta con un arma para volarles la cabeza?

ZOMBIELAND

Tengo varias teorías. Ayer, mientras veía el estreno de The Walking Dead (serie inspirada en la novela gráfica de Robert Kirkman), traté de pulirlas un poco.

La primera de ellas me dice que las películas o historias de zombis me (nos) agradan por su simpleza, por lo básico de su argumento, y del comportamiento de sus personajes.

El protagonista de The Walking Dead, Rick Grimes, tiene un objetivo: reencontrarse con su esposa y su hijo. Eso es todo. Debe sobrevivir a como dé lugar. Incluso disparándole en el cráneo a una niñita-zombie (esta es la secuencia inicial, y está rompe-bolas).

Por lo general, sólo hay un momento de duda para los personajes en este tipo de historias: cuando un familiar o amigo resulta infectado, y es necesario acabar con él. En TWD está el sujeto negro que tiene en la mira a su “esposa”-zombie, pero que no se atreve a disparar.

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Otro punto: la catarsis. No hay que ser hipócritas, nos gusta que la sangre corra la pantalla. Y los zombis son un elemento perfecto para ello. Uno puede ver cómo les destrozan la cabeza con una pala, o les meten una bala en la frente, sin sentir demasiada culpa. Porque, ya saben, están muertos…

Ahora bien, esa violencia exacerbada, muchas veces tan absurda que lleva a carcajearse, también sirve para resaltar los valores humanos. Somos carniceros, pero también tenemos con corazón.

Sarah Wayne Callies, quien interpreta a Lori Grimes, comentó en una entrevista que series como The Walking Dead exploran la capacidad que tiene el MIEDO para liberar lo mejor de las personas, como la valentía y el coraje.

Coincido con ella. En un apocalipsis zombi, los sobrevivientes tienen que superar sus debilidades y mostrarse solidarios, como no lo habrían hecho nunca en la vida real.

El amor que Rick Grimes siente por su familia seguramente lo llevará a eliminar todo tipo de obstáculos, aunque se sienta atemorizado, y su esposa le esté siendo infiel… pero bueno, él todavía no lo sabe.

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Sumen los ingredientes que acabo de mencionar, y otros que todavía no acabo de definir, como la “peculiar” relación de los mexicanos con la muerte, a un buen trabajo de producción como el que vimos anoche con The Walking Dead, y entenderán por qué me he convertido en fan de los zombis.

El tema da para mucho. Así que espero sus comentarios. Y sus recomendaciones. ¿Mencioné demasiado el título The Walking Dead en este post? Sí, creo que sí. Es que, es lo de hoy, we, y me gustó mucho el primer episodio.

No me busquen los lunes a las 10 pm. Estaré ocupado viendo la tele. Y comiendo mandarinas (porque también soy fan de las mandarinas).

 

4 Comments:

  1. Lilián said...
    Justo estaba el sábado discutiendo con mis droogie friends de toda la vida (mis amigas de la preparatoria, que en conjunto conformábamos un grupo estilo Daria, orgullosamente) del por qué nuestra fascinación por los zombies. Todo esto, claro, mientras nos disfrazábamos de ZOMBIES para una fiesta de disfraces (bueno, ellas, yo iba de Lydia Deetz, que en cierta forma es elemento importante de dicha 'cultura').

    La otra vez Froid Chiquen puso en Twitter que no entendía la fascinación por los zombies y se preguntaba si era un asunto generacional. Lo dudo. Los zombies no se pusieron súbitamente de moda: han estado ahí siempre. Nomás recordemos a George Romero y sus muertos vivientes ¡de los años cincuenta! En los ochenta también se disparó la moda zombie, que continuó un poco underground en los noventa, y explotó de forma mainstream en los dosmiles.

    Como dices, creo que lo primero que nos atrae es el derrame de sangre SIN CULPA, porque los zombies son los perfectos punching bag: no importa cuánto los apalees, y de qué sanguinarias formas, ni lo van a sentir. ESTÁN MUERTOS. Y son estúpidos, carecen de cerebro y se mueven letárgicamente mientras mascullan cosas como BHAHHG.REHAHBR GHGHA. Los zombies inteligentes no son zombies, aunque hay una peli que te recomiendo chinguísimos: Land of the dead, ¿de quién más? George fucking Romero, que ha explorado todas las vertientes de las historias zombies. Esta puede resumirse como una peli de zombies con tinte social, sólo que la masa oprimida es precisamente los zombies, quienes de alguna forma se reúnen para clamar por sus derechos. En este mundo los humanos ya conviven fácilmente con los zombies, pero los han recluido de forma muy gacha. Fue la primera vez que vimos que, claro, los zombies pueden atravesar el agua, porque ps, están muertos, básicamente (ergo: no necesitan respirar bajo el agua).

    La otra cosa que nos gusta es el mundo APOCALÍPTICO, sin reglas, de supermercados abandonados y coches reducidos a cenizas en medio de la carretera. La ley del más fuerte. Convertirte en el Tallahassee de tu pequeño grupo. Por eso hay tantas teorías de qué hacer en caso del apocalipsis zombies y las reglas son bien claras: por principio, hay que saber que a un zombie sólo se le "mata" cortándole la cabeza. No importa cuánto le dispares, si su cabeza sigue pegada a su tronco, olvídate. Luego, huir a supermercados y colinas. Armas que puedas manejar: si no puedes con un hacha, no lo intentes.

    Todo es muy padre y sanguinario, pero siempre dentro de los límites de lo políticamente correcto, porque sí: le damos rienda suelta a nuestro instinto asesino, pero la "víctima" ya está muerta. Es más que en defensa propia, es por la VIDA misma.

    Básicamente.
    Lilián said...
    Nomás aclaración: The night of the living dead fue de 1968, no de los cincuenta, pero bueh: la estética blanco y negresca y los efectos chaférrimos se sienten muy antiguos, lo cual ayuda. Recuerdo haberla visto en mi pubertad en el cinco, cagándome de miedo. Ese güey puso las reglas y dentro de cien años será recordado por eso. Yo nomás digo.
    Rubo said...
    Pues a mí si me gustan los zombies, pero me dijeron que TWD no estuvo padre. Tendrá que verla.

    Seguiremos informando.
    El R. said...
    ¡Lilián! Gracias por el comentario-introducción a la historia fílmica de los zombies (que no "choro", ja). Justo esperaba recibir recomendaciones :) Buscaré Land of the dead. Y al verla seré feliz y te lo agradeceré.

    Rubo: ¿Quién te dijo que TWD no estuvo padre? Como dije en Twitter, no es el programa que nos cambiará la vida, pero creo que está bien hecho. Ahora, no he leído el cómic, puede ser que haya perdido algo en su paso a la pantalla.

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